En cambio, Gregorio es consciente de que la verdad dista años luz de sus sueños y, a pesar de ello, sigue luchando e intentando acoplar los dos planos. Este personaje, cuyo nombre coincide con el de La metamorfosis de Kakfa, Gregor Samsa, entremezcla lo onírico y lo absurdo con la meta de rehuir de una vida monótona y apagada. Empecé a leer este libro como una obligación de un instructor de literatura y de cara a un examen, algo que no me agrada nada por el hecho de que me provoca tensión en la lectura. Me hallé con una historia que me apasionó, un quijote del siglo XX que hace pena y ternura al unísono, pero al que enseguida le coges cariño. Divertido, ácido y algo patético lo que le da un punto de ironía a la historia.
Se dio a conocer con Juegos de la edad tardía (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990), novela a la que siguieron Caballeros de fortuna , El mágico aprendiz, El guitarrista, Hoy, Júpiter… Exactamente la misma en El Quijote, del que toma continuas referencias, en este libro se establece una mezcla continua entre realidad y ficción sin abandonar la verosimilitud de la obra cervantina. A lo largo de la lectura, disfrutamos de una ironía encantadora y una crítica a la idealización que se tenía en la localidad y el avance. Me ha encantado el tema de fondo sobre el fracaso, la patraña y el engaño como remedio a la mediocridad. Hay reflexiones afiladas como puñales que atraviesan mi propia mediocridad, pero hay también mucha paja que hace perder la tensión y aduerme el interés. Me ha parecido fabulosamente escrito y me ha hecho rememorar o estudiar palabras olvidadas o nunca antes aprendidas.
Sigue Al Creador
No se sale de su estilo se lee de un tirón deseando saber cada vez más y más de lo que pasa hasta el final. Landero, L., Juegos de la edad tardía, Barcelona, Tusquets Editores, 2005 . Totalmente en concordancia en que Luis Landero es un escritor con mayúsculas, pero así como “El cuento o la vida” se me quedó corto, esta novela me ha quedado algo extendida.
Se trata de un razonamiento bastante inverosímil, donde el fantasioso personaje principal y el crédulo amigo telefónico van construyendo una historia que se marcha embrollando cada vez más hasta límites, como digo, surrealistas. Estoy de acuerdo con otros comentarios que el libro cuesta un poco al principio y se hace un poco largo pero el balance global es muy destacable. Excelente opera prima de Landero, con una trama muy curiosa, que tiene aires cervantinos, novela dentro de la novela, con un personaje principal inolvidable.
Críticas De Los Lectores
Me quedo con la espléndida prosa de Landero que te hace descubrir la clara diferencia entre auténticos escritores y bastante mediocre juntaletras que sobran hoy. Sin embargo para mí la obra no es tan excelsa como la crítica la ha calificado. Reconozco que Gregorio Olías, el falso Faroni, y moderno Quijote me termina resultando antipático, de tan absurdo, ruin y mentiroso. Su particular Sancho es otro personaje totalmente mediocre, con el que resulta irrealizable identificarte. En todo caso, novela muy original que no deja indiferente, si bien me quedo con otras obras del enorme Landero. En esta novela Landero efectuó como pocos un enorme homenaje a la ficción como autora de mundos, pero señaló al mismo tiempo la fuerza de los mitos.”
De a poco salió diluyendo la magia para entrar en un planeta donde por un lado se pretende crear una filosofía existencial innecesaria, con otra de mayor profundidad , pero que desde mi punto de vista no llega a enganchar. El texto se hace bastante riguroso en ocasiones sin llegar a decir grandes cosas. La justificación de la patraña como instrumento para la alegría propia o extraña, no me parece encomiable.
Resumen De Juegos De La Edad Tardía
Trata su argumento de la relación que entablan un triste usado de una casa de comercialización de vinos Requena y Belson (hace aparición ahora en esa marca la ironía a la que aludiremos luego) de nombre Gregorio Olías, con otro personaje todavía más gris, Gil Gil, gerente o comercial de esa casa de vinos en provincias. Tienen los dos la misma edad, que prácticamente coincide con la de don Quijote, y los 2 se consideran fracasados, tras haber quedado en los alrededores de toda cultura y avance. Esos dos sustantivos, cultura y progreso, van a ser capitales a lo largo de la novela, pues acorde entran en relación, Gregorio Olías se da cuenta de que en ese estadio de fracasos todavía hay clases. El gerente, Gil, que vive en un pequeño pueblo de la España interior está un nivel por debajo de él, quien al menos vive en la gran ciudad y puede gozar, o así lo piensa el otro en sus primeras llamadas de teléfono para hacerle los pedidos, con opciones de comprender a gente esencial. Para Gil nada lo es tanto como la de formar parte a un club o tertulia literaria, de gente ilustrada, conectada con el avance de la sociedad. Al percatarse Gregorio Olías de esa administración y de la envidia del otro por la vida de la ciudad, comienza a cuajar un personaje, alter ego de el, de nombre Augusto Faroni.
Este personaje, Angelina, no posee desperdicio, puesto que los diálogos con ella muestran la fuerza de los pies en el suelo mucho más realista y diario en frente de quien desea, pero al que ve enloquecido. Esos diálogos los festeja el lector como una de las situaciones mejor logradas de la trama. Esta se precipita en la tercera parte, acentúa su carácter novelesco en una estrafalaria serie de hechos que remedan las novelas de folletín con delito, hasta que viene un desenlace que Landero ha querido que sea metaliterario, y de qué manera no, vitalmente cervantino. Podría decirse que la publicación en 1989 de Juegos de la edad tardía marcó un jalón en la trayectoria de la novela española, que se vio removida por múltiples razones. La primera es la coalición asombroso de la alta calidad literaria y el favor del público.
Juegos De La Edad Tardia (Novedosa Edicion Con Prologo Del Autor)
Esta novela inaugura el discurrir literario de Luis Landero, un escritor que indaga en la artificiosidad de la vida intentando encontrar qué tiene de genuino. Esta novela trata sobre el construirse como personaje, al fin y al cabo su literatura habla de la independencia del individuo y cómo escapar de las ataduras de este mundo absurdo. Este libro es una pieza maestra de la literatura universal, en un caso así redactada en español.
Dacio Gil hace a Gregorio Olías ser Faroni, porque necesita un héroe, pero es que Gregorio Olías cree él mismo en la nobleza de esa aspiración y que puede sacar desempeño de imagen. Por una vez en su historia alguien le apunta siendo lo que nunca había logrado ser. Landero administra estos matices de manera progresiva, de manera que la bola va creciendo hasta el momento en que Gregorio Olías no puede tirarse atrás, pues perpetraría un golpe y dura decepción que Gil, a quien ha ido tomando aprecio, no merece.
Licenciado en filología hispánica por la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la Universidad de Yale. En 2021 nos obsequió un inolvidable libro híbrido de memoria y lecturas, El huerto de Emerson. Traducido a varias lenguas, Landero es ya uno de los nombres esenciales de la narrativa española. La novela determina que no es así, crea un trampantojo para concluir que cada uno tiene en su interior, en sus imaginaciones y los sueños, a través de los libros y la civilización, la llave real del progreso.