Haces ejercicio, sudas la gota gorda y ahora crees que tienes todo hecho. Aunque acabes desganado de tantas pesas y tanto cardio, debes hacer una serie de cosas tras tu entrenamiento. O, de lo contrario, lograras sufrir graves consecuencias. Bueno, tampoco muy graves, pero sí tienen la posibilidad de lograr que tu próxima visita a la sala de musculación no dé sus frutos o que caigas enfermo.
Estás supermotivado y despierto, pero según va llegando el final del entrenamiento empiezas a perder energía. Solo visualizas tu sofá y la pedazo de cena que te vas a meter. De ahí que, en relación llega la hora, coges tus bártulos y te marchas derecho a casa .
Cuándo Ducharse Con Agua Caliente Tras Entrenar
En ningún caso, tus datos van a ser transferidos a terceros sin tu autorización. Es esencial que tengamos todo esto en cuenta y no solo cuidemos nuestro cuerpo y salud realizando ejercicio… ¡sino asimismo nuestra piel! Hala, ahí, sudado y todo y con los calcetines chorreando. Sí, conocemos esa sensación, pero desde este momento se marcha a acabar. No es bueno que tras un entrenamiento intenso de repente te quedes sin hacer nada, y da igual lo cansado que estés.
Por todo ello, si no andas nada familiarizado con el agua templada o fría para ducharte, lo destacado es que aguardes media hora después de entrenar para dejar al cuerpo en reposo. “Aguardar media hora a fin de que el cuerpo se enfríe y estire permite que la temperatura corporal y la continuidad cardíaca regresen a su nivel habitual”, afirma el entrenador personal John Fawkes. En el momento en que terminas de realizar ejercicio una buena ducha, aparte de relajar y tonificar, nos asiste a mantener nuestra higiene personal. Pero si nos duchamos justo al finalizar nuestra actividad deportiva vamos a seguir sudando sólo salir del agua.
Lee Las Ventajas Del Baño De Agua Fría Y Ardiente Para La Recuperación Muscular
Para efectuar una práctica deportiva óptima entre los componentes más importantes es estar bien hidratado. Con eso, una buena nutrición y seguir algunas pautas y recomendaciones, vas a estar listo para ponerte en forma. Existen muchos géneros de personas a la hora de entrenar. Las que llevan un tipo preciso de ropa y se marchan desabrigando según van accediendo en calor, las que se quedan como estaban y aquellas que se abrigan tras someterse a un esfuerzo físico. Tenemos la posibilidad de decírtelo en mucho más idiomas y mucho más prominente, pero tampoco pensamos que sea preciso.
Tras el ejercicio físico el sistema respiratorio está mucho más abierto y los elementos tóxicos del tabaco entran con mucho más sencillez a los pulmones y el organismo. Recuérdalo antes de prender ese cigarro, aunque sea el más relajante del día. Mandar comentarioHe leído y acepto la política de privacidadRed Backlink To Media junta los datos personales solo para uso interno.
Por Qué Razón Es Malo Para Tus Músculos Ducharte Con Agua Caliente Después Del Ejercicio
Un tiempo que es de unos 20 minutos y que se puede aprovechar para, por poner un ejemplo, hacer unos buenos estiramientos, que asimismo asistirán a que te sientas mejor. Lo destacado es que el agua no esté tan caliente, sino más bien tibia e incluso fría. Esto lo vemos por ejemplo en los deportistas de élite, en el momento en que después de ser sometidos a duros adiestramientos físicos se ponen hielo en las articulaciones o se dan baños rápidos de agua helada. “Poner una medida pequeña de agua helada contribuye a disminuir una posible inflamanción y permite que menos células inflamadas y sus respectivas toxinas lleguen a los músculos y tendones tras cada sesión de adiestramientos”, afirma Iftikhar. Hay que tener en consideración que los atletas profesionales practican con mucha intensidad, así sea durante los adiestramientos o en las pruebas de competición. Sin embargo, antes de tomar la resolución de ducharse con agua fría o ardiente, es importante tener en consideración la intensidad del ejercicio que se hizo y el estado del cuerpo de cada uno de ellos.
Además de esto, después de llevar a cabo ejercicio, nuestro cuerpo precisa sentirse limpio y remover todo el sudor. Por consiguiente, aunque tu ejercicio haya sido mucho más bien moderado o suave, es requisito que te des una ducha después de entrenar. Aguardar estos minutos nos ayudará a que nuestra piel no se irrite, y además de esto es un tiempo conveniente para recuperarnos del ejercicio… podremos estirar y recobrar nuestro ritmo cardíaco. Si después no te duchas, esas toxinas seguirán en tu piel y tienen la posibilidad de irritarla. “Las toxinas son una fuente de inflamación y acidificación”, afirma la Dra. Esto puede causar la aparición de espinillas , y erupciones en pieles sensibles.
No obstante, si esperas bastante tiempo, te puedes llegar a constipar. Así que resulta conveniente aguardar a que la transpiración haya acabado, singularmente en verano y climas húmedos. Para evitar enfriamientos puedes ponerte una remera de algodón. En lugar de recortar el sudor se produce el efecto contrario. La piel se enfría en exceso y el organismo envía calor para mantener la temperatura. Así que lo recomendable tras la práctica deportiva es refrescarse con agua no muy caliente para empezar y después graduar la temperatura que mucho más te guste.
Adiós Estrés
Aquí tienes una serie de tips para dormir bien por las noches. Los especialistas recomiendan cambiarse de ropa tras el entrenamiento, pero eso no quiere decir que tengas que pasar por las duchas. Lo mejor es que aguardes una o 2 horas desde el instante en que sales del gimnasio hasta el momento en que te metes bajo los chorros de la bañera. No puedes frenar inmediatamente la actividad de tu cuerpo, por más que tu cabeza haya dejado de entrenar ya hace un buen rato.
En el momento en que haces ejercicio sometes a tu cuerpo a distintas cambios de temperatura en periodos de tiempo cortísimos. Podrías, por ejemplo, poner lavadoras, planchar, limpiar la vivienda… Te sostendrás en movimiento y tendrás tu casa como los chorros del oro. Eso sí, debes tener precaución con lo que te metes a la boca, puesto que cualquier cosa no sirve. Tu tentempié postentrenamiento debe integrar proteínas, algo de grasa y carbohidratos terminados para que logres volver a poner la energía consumida. Unas buenas opciones son un sándwich de pan integral y pavo, un puñadito de almendras, fruta o yogur.